En el contexto de un programa
de radio, tres vaticanistas norteamericanos de Crux
- John Allen, Austen Ivereigh y Charles
Collins – han debatido acerca de cuál podría ser la “sorpresa de verano” del
Papa Francisco, en medio de unos meses que se perfilan como muy tranquilos
hasta los primeros días de septiembre, cuando realizará su viaje apostólico a
Colombia (el único viaje confirmado hasta el momento para lo que resta del año,
habiendo cancelado el de Sudán del Sur, y estando sin confirmación el de India y
Bangladesh).
Las especulaciones de los
vaticanistas han rondado en tres posibilidades:
- una nueva encíclica, probablemente
social, que tocara temas muy cercanos al corazón de Francisco: los migrantes y
refugiados, y la dinámica de la globalización. Esta es la idea de Ivereigh.
Ciertamente no sería raro esperar una nueva encíclica de un Papa que sólo ha
publicado dos, una de las cuales escrita y “donada” por su Predecesor. También
podría apuntarse aquí que tiempo atrás se ha hablado de una posible encíclica
social sobre la paz, una nueva Pacem in
terris, y que el mismo Francisco ha dicho volviendo de Fátima que, a partir
de ahora, hablaría mucho más del tema…
- la proclamación de un quinto
dogma mariano, reconociendo a María como Corredentora, Mediadora y Abogada.
Esta es la idea de Collins: claro que él mismo ha reconocido que no tiene más de
un 10 por ciento de posibilidades. Si bien el Papa Francisco es un pontífice
marcadamente mariano, parece muy difícil verlo proclamando un dogma que
ciertamente sería percibido anti-ecuménico con mucha facilidad. Por otra parte,
el mismo Cardenal Ratzinger, en su momento, había ya rechazado la oportunidad
de este dogma y de este título, afirmando que se trata de “una intención
correcta expresada con un vocablo inadecuado”.
- el cambio del Prefecto de
la Congregación para la Doctrina de la Fe, teniendo en cuenta que el período
inicial de cinco años para el cual fue nombrado el Cardenal Muller por Benedicto
XVI expira precisamente en el mes de julio, y la poca sintonía que parece haber
entre el Prefecto y el Papa actual. Esta es la hipótesis de Allen. Y, a decir
verdad, podría llegar a ser la más probable de las tres, dado que es un rumor
que se viene oyendo desde hace meses. Los
nombres que ofrece Allen para la sucesión, sin embargo, son más de dudar: el
cardenal O`Malley de Boston, o el arzobispo Victor Manuel Fernandez,
ghostwriter de Francisco y rector de la Universidad Católica Argentina. Meses
atrás se han mencionado también los nombres de los Cardenales Schonborn, de
Viena, y Tagle, de Manila, así como del Arzobispo Forte, de Chieti-Vasto.
Ampliando un poco la mirada
sobre estas especulaciones, sorprende que ninguno de estos vaticanistas haya
pensado en otra posible y clamorosa “sorpresa de verano” (¿o más bien de
otoño?) que el Papa Francisco podría estar preparando, y de la cual ha dado
algunas tenues señales en los últimos meses: una posible renuncia a la Sede de
Pedro. Sí, muchos dicen que el Papa Bergoglio no es la clase de persona que
sencillamente renuncia al poder y se hace a un lado. Y, sin embargo, ya días
antes de ser elegido, el pontificado de Francisco parecía tener un tiempo
marcado: cuatro años. Tiempo que se ha cumplido el pasado mes de marzo. Y tanto
algunas señales del mismo Pontífice en estos últimos meses como algunas noticias publicadas en este tiempo, parecerían indicar que la renuncia de Francisco podría no estar demasiado
lejana.
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